Por Cristina Márquez
El 30 de noviembre será recordado como el Día Nacional de la lucha contra la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en Ecuador.
Guillermo Lasso, presidente de la República, firmó el decreto presidencial que reconoce los esfuerzos para vencer la DCI al conmemorarse un año de la creación del proyecto Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil.
La firma del Registro Oficial se hizo en la sede de la Escuela Superior Politécnica del Ejército en Latacunga, Cotopaxi. A la actividad acudieron niños de los centros infantiles del Ministerio de Inclusión Económica y Social. Así como varias madres beneficiarias del bono Niñez con Futuro, entre otros invitados.
Estuvieron también el vicepresidente Alfredo Borrero, Erwin Ronquillo, secretario técnico de Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil y representantes de fundaciones y organizaciones que trabajan para erradicar la desnutrición.
Los primeros avances en la lucha contra la desnutrición
Los más de 1 000 brigadistas que recorrieron los recintos y comunidades de las parroquias más distantes en las 24 provincias del país lograron contactar a alrededor de 250 000 madres gestantes y con niños de entre 0 y 2 años.
Ronquillo explicó que al contactarlas se pudo superar un rezago de información que se agravó en la pandemia y que impedía que las madres accedan a algunos servicios indispensables para el crecimiento sano de sus hijos. Los nacimientos de cerca de un 10% de los niños que se ubicaron, por ejemplo, no estaban registrados.
La información que levantaron los brigadistas se subió a una plataforma diseñada por la secretaría para que los técnicos de otras carteras de Estado como el MIES y el MSP le puedan dar seguimiento a cada caso.
Otro avance que registra el proyecto es la entrega del bono Niñez con Futuro, que se entrega a las madres en situación de vulnerabilidad que acuden a los chequeos médicos durante la gestación, al nacer el bebé, en cada trimestre hasta cumplir los 12 meses y al cumplir los dos años.
“Este bono se diseñó como un esquema de incentivos para que las madres acudan a los controles y cuenten con los recursos para alimentarse bien y alimentar bien a sus hijos”, dijo Ronquillo.
El testimonio de Nayeli Minllingalli y su pequeño Gael
Nayeli tiene 19 años. Vive en la parroquia Belizario Quevedo del cantón Salcedo. Allí casi nadie sabía nada sobre los efectos de la desnutrición crónica infantil. Ella fue contactada por dos brigadistas universitarios que llegaron a su casa y le explicaron los beneficios del proyecto para madres con niños recién nacidos.
En el centro de salud de su parroquia los médicos detectaron que se trata de un caso de vulnerabilidad, por lo que fue calificada como beneficiaria del bono Niñez con Futuro.
“Me ha servido muchísimo. Pude comprar pañales, algunas cosas para la higiene y comida saludable”, cuenta emocionada.
Su bebé tiene cuatro meses y se alimenta exclusivamente con leche materna. Nayeli ya se prepara para la alimentación complementaria que iniciará en dos meses. Los médicos dicen que Gael está saludable.
Las metas de Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil se plantean para el 2025
Ecuador tiene uno de los índices de desnutrición infantil más altos de Latinoamérica. Las cifras de la encuesta nacional de salud (Esanut) del 2018, apuntan a que el 27.2% de los niños ecuatorianos padecen esta enfermedad que tiene consecuencias irreversibles.
La meta del proyecto es reducir esta cifra en seis puntos porcentuales hasta el 2025. Para lograrlo se asignó un presupuesto anual que supera los USD 13 millones.
“El 30 de noviembre es un día para recordar el compromiso que tenemos quienes estamos en el Gobierno con los niños que nacieron y están por nacer (…) Hay más de 250 000 beneficiarios y más de 50 000 madres que ya están en el programa, pero esos son números, lo importante es destacar el amor y la convicción con la que llevamos adelante este programa de erradicación de la desnutrición crónica infantil”, dijo Guillermo Lasso.
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