Por Manuel Novik – Plan V
La desnutrición crónica infantil es un mal del que el Ecuador no logra desprenderse. El Gobierno hace una nueva propuesta, pero la solución va más allá de los alimentos y bonos. Una segunda entrega sobre desnutrición en Santa Elena.
Según Cristopher Velasco, presidente de la Asociación de Profesionales de Gestión de Riesgos de Ecuador, la desnutrición es una problemática estructural. Uno de los problemas que Velasco señala están asociados a la desnutrición es la falta de acceso a agua potable. Sin agua limpia existen más posibilidades de enfermedades como diarreas crónicas, enfermedades de la piel, infecciones estomacales y de la garganta, lo que hace que los pocos nutrientes no sean asimilados por los niños y los padres incurran en constantes gastos médicos.
Las cifras de ENSANUT 2018, a las que accedió PlanV, indican que las tres provincias con mayor índice de DCI en los primeros 2 años de vida son Tungurahua con 41%, Chimborazo con 39% y Santa Elena con 39%. A escala cantonal se hizo una estimación de áreas pequeñas por medio de una consultoría contratada por Senplades en el 2014. Según esas estimaciones cantonales están son las cifras de DCI en la península: Salinas 38,81%, La Libertad 39,31% y Santa Elena 39,50%.
Faltan oportunidades y una solución integral
En San Pablo, comuna costera de la provincia, nos reciben Luis Segovia, alcalde de Santa Elena, y Otto Vera, ex alcalde de Santa Elena y candidato a la prefectura. Hasta esta localidad nos trasladan para dar el encuentro a las autoridades y tener la entrevista. Ambos se encontraban recorriendo la zona. En un local de primera línea a la playa irrumpimos en medio de una reunión de su gabinete para conocer sobre la gestión política ante la desnutrición, en este caso en el cantón Santa Elena.
Lo primero que nos informan es que este año el Municipio de Santa Elena hizo un perfilamiento de desnutrición infantil en todas sus parroquias. En una muestra de 1247 niños de 0 a 3 años se encontraron 540 con desnutrición.
Falta de acceso a agua potable
Uno de los problemas es la falta de acceso a agua potable. Según datos de la alcaldía hay un 65% de cobertura en la ruralidad y aseguran que para enero de 2023 habrá cobertura total. Según el ex alcalde Vera, las zonas con menos cobertura de agua potable son Ancón, Atahualpa, Colonche y Manglaralto. Segovia confirma qué hay desabastecimiento de medicinas en los subcentros del Ministerio de Salud. “Recibimos gente que nos pide atención, cuando eso no es nuestra competencia”.
“Los números que tenemos hablan de que los sectores rurales y agrícolas son los más deprimidos, contrario a lo que podríamos pensar”, dice Vera. Para el ex alcalde, la desnutrición en su provincia no se debe a un problema de hábitos, sino simplemente a que “no hay recursos”. Por su parte, Segovia afirma que están gestionando recursos con otras organizaciones no gubernamentales.
“No hay fomento a la inversión. El turismo no se ha recuperado post pandemia. El tema agrícola está perdido. Hay una sobreproducción de cosas que no son necesarias. Una provincia con kilómetros de vías costeras, pero sin un buen programa de turismo. Somos de los que más faenan pescado, pero todo se lo llevan los empresarios”, dice Vera.
El exalcalde le apuesta al empleo como estrategia a largo plazo. “Si damos a los pescadores mejores instrumentos de artes de pesca no van a dejar lo que hacen, que es pescar. En la actualidad están dejando de pescar. Tienen miedo de que los maten, que les roben, que les induzcan a la droga”, asegura.
Los 1.000 primeros días
El Gobierno, a través de la Secretaría Ecuador Crece Sin Desnutrición, desplegó las brigadas Infancia Con Futuro para la captación de manera temprana a mujeres embarazadas e infantes menores de dos años con riesgo de Desnutrición Crónica Infantil (DCI).
En este año, el presidente Guillermo Lasso presentó el Bono Infancia con Futuro. El bono está dirigido a madres embarazadas o con niños recién nacidos. Se entregan $50 mensuales desde la concepción hasta los 1000 primeros días del niño. Además, si la mamá cumple los hitos se entregan incentivos. A escala nacional son 28 mil las beneficiarias. En Santa Elena reciben el bono 512 madres de menores con hijos menores de dos años y 671 madres en gestación.
Visitamos a dos mujeres embarazadas de bajos recursos en barrios periféricos del cantón de Santa Elena. Las madres que quisieran entrar al programa de asistencia debían mostrar una bandera azul en sus casas para ser identificadas. Así fue como encontraron a Adriana Cruz, quien tiene un embarazo de seis meses y ya recibe el bono de los primeros 1000 días.
Hasta el momento, estos equipos de trabajo han identificado a 183.907 beneficiarios a escala nacional, de los cuales 144.562 son niñas y niños menores de 24 meses y 39.345 son mujeres embarazadas.
Bajo este programa, en Santa Elena se atiende a 10.353 niños menores de dos años y 6.170 madres embarazadas. Entre el 1 de enero y el 31 de octubre del 2022 se han proporcionado 26.198 de las llamadas Atenciones de Niños Sanos y 22.360 Atenciones Prenatales. En Santa Elena, los centros del MIES atienden a 1.052 mujeres embarazadas y 10.317 menores de 5 años, 5.840 son menores de dos años.
Combatir la anemia
La casa de Adriana tiene piso de tierra. Sus paredes están hechas con bloques de cemento, su techo es de zinc. Las puertas son de caña, pero también hay rejas y una puerta principal de metal. Adentro tiene un portarretrato listo para su bebé. Todavía no sabe “si ponerle un Mickey o una Minie”, ya que el bebé “no se ha dejado ver” y aún no se conoce su sexo.
Una vez por semana, Adriana recibe las visitas de “la tía” Margarita, funcionaria del programa Creciendo con Nuestros Hijos (CNH) del MIES. A través de esas visitas Adriana aprendió que el estímulo al bebé se da desde la fase prenatal, algo que no supo cuando crió a sus otros dos hijos.
Ahora le pone música, le conversa, le alumbra con una linterna con un papel celofán para que sepa que es de día, le tapa con una cobija para que sepa que es de noche y le canta canciones infantiles.
Su pareja trabaja en una empresa bananera. “El mejor remedio para combatir la anemia es la vitamina de la olla”, dice Adriana. Desde hace apenas 10 años su sector tiene agua potable, pero el alcantarillado no funciona en el barrio Carlos Rubira.
Las casas de bloque y caña integran un sector con calles de tierra de difícil acceso. Recientemente asfaltaron una vía cercana al hogar de Adriana, antes debía caminar por horas para tomar un bus. Desde su casa se ve, al otro lado del cerro, los condominios turísticos de Salinas.
Cerro El Tablazo
Seguimos nuestro recorrido por Santa Elena. Nos movemos al cerro El Tablazo, del otro lado de la cabecera cantonal. Desde lo alto del cerro se observan las tres ciudades de la provincia: La Libertad, Salinas y Santa Elena. Las calles de tierra recorren empinadas pendientes en casas de bloque y caña. En cada esquina se ven escombros y tanques de agua.
En El Tablazo nos recibe Evelyn, quien tiene seis meses de embarazo. Vive en casa de sus padres, en un hogar donde cohabitan tres núcleos familiares. Será una madre soltera, el padre ya no está. Esta futura madre también fue encontrada con signos que apuntaban a prevenir la DCI por parte de las brigadas de la Secretaría de Desnutrición.
También recibe el bono de los 1000 días y la ayuda de sus padres. Evelyn tiene un emprendimiento de venta de botellones de agua en el barrio. Con eso busca impulsarse. Tiene 26 años. Recién cumplidos los seis meses de embarazo recibió una visita de funcionarios del Gobierno. Todavía no tiene conocimiento sobre los ejercicios de estimulación prenatal. Sabe que deberá hacer ejercicios con el vientre y caminar. Pero por ahora pasa en casa. “Me dijeron que debo comer frutas, vegetales y no muchas grasas”, dice. Según su testimonio, tienen agua potable en el cerro desde hace seis meses.
Menos del 60% de la ruralidad tiene acceso a agua potable
La provincia de Santa Elena tiene un problema en la captación de agua. El abastecimiento de agua potable se ve interrumpido por haciendas y bananeras que toman agua de la misma fuente. Aguapen es la empresa pública administradora de agua en la provincia.
Vicente Paredes, director de Comunicación de Aguapen, confirmó que la empresa presentó oficios en la Empresa Pública del Agua de Ecuador (EPA-EP) para evitar que grandes empresas tomen el agua para la población y que se controlen los permisos que se dan a las haciendas y bananeras que captan agua cruda.
Solo hay una fuente de agua cruda para la provincia de Santa Elena, que es el trasvase de Daule-Santa Elena. Si algo ocurre en este trasvase toda la provincia se quedaría sin agua. Este canal se capta en una estación de bombeo y se lleva a una planta potabilizadora que abastece a las tres cabeceras cantonales de la provincia.
Plantas estabilizadoras de agua
La Libertad es un cantón completamente urbano, Salinas tiene una cabecera urbana y dos parroquias que también están abastecidas. El problema lo tiene el cantón de Santa Elena, ya que territorialmente es uno de los cantones más grandes del país. “La parte rural de Santa Elena es la que está desabastecida”, confirma Paredes.
Aguapen tiene las plantas potabilizadoras Atahualpa, Colonche, Compacta Zapotal, Julio Moreno, El Azúcar y la Sube y Baja. Con esas plantas abastecen a un 80% del territorio. En tema poblacional abarcan al 95% en las cabeceras cantonales, donde solo faltan los asentamientos irregulares por tener cobertura.
En las partes rurales de Santa Elena, donde tiene competencia Aguapen, tienen cobertura de 60% de agua potable. De 70 comunas abastecen a 40 en la parte rural. Con la planta que se está creando se abastecería al 100%. Pero hay parroquias que se abastecen localmente con juntas que captan agua de pozos someros.
En cuanto a aguas residuales, en Salinas cubren 85% pero aseguran que llegarían al 97% en unos meses. En Libertad tienen 80% de cobertura y en la cabecera cantonal de Santa Elena 82%. En la parte rural de Santa Elena el alcantarillado solo llega al 40%.
Por medio de bombeo el agua llega a piscinas de oxidación donde a través de un ciclo natural se lleva el agua al mar. Paredes asegura que cumplen la norma en todos los procesos de evaluación que lleva a cabo el Ministerio de Ambiente y ARCSA.
Soluciones sostenibles
“La cultura de nuestra gente influye. Hay personas que no es por dinero sino por desconocimiento o simplemente no quieren. Voy a la casa de un niño con bajo peso y la señora tiene una tienda en la casa”, dice Erika Gallo, representante del Municipio de Salinas. La funcionaria dice que se trabaja mes a mes con las familias, pero “ya no te puedes ir a meter a esa casa”, dice.
En el GAD le apuntan a generar una fuente de ingreso adicional como solución. Tienen un convenio con la prefectura para trabajar en un proyecto de huertos saludables. Buscan a familias que quieran intervenir y tener su propio huerto. Ya han implementado 2500 huertos. Los huertos no sólo son un sustento sino un ingreso adicional.
Fuimos a uno de esos huertos, el de Mirna Panchano. Su huerto tiene maracuyá y granadilla. Mirna esperó tres meses para cosechar. También está esperando yuca y tomate. En un terreno de 4 metros cuadrados puede tener una variedad de hortalizas. La casa de Mirna está en una zona de bajos recursos detrás del aeropuerto. Con su huerto tiene para su consumo y para regalar porque “ya es mucho”.
Combate preventivo
En entrevista con Erwin Ronquillo, ministro de la Secretaría Técnica Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil, nos confirmó que este año la iniciativa cuenta con un presupuesto de $350 millones. “Ya se está trabajando con los 221 GADs cantonales, con el alcalde y los representantes locales de las dependencias del Estado”, dijo Ronquillo.
Según el ministro, el combate a la DCI es preventivo. “Nosotros no buscamos niños con desnutrición”, dice. Ronquillo afirma que una vez que un niño cae en desnutrición es más difícil revertir esa situación. Además, indica que esos casos ya pasan a la potestad del Ministerio de Salud. Actualmente los servicios del MIES llegan a 300 mil niños a nivel nacional.
La DCI es una problemática multicausal resultado de dietas inadecuadas, pobre acceso a servicios de salud, prácticas de cuidado inadecuadas y entornos insalubres. La literatura afirma que las personas con DCI tendrán mayor propensión a mortalidad, enfermedades infecciosas, dificultades de aprendizaje, entre otras afecciones.
Ficha técnica
El autor de este reportaje es Manuel Norberto Novik Duque (7 de septiembre de 1995).
Es Licenciado en Comunicación con un Minor en Periodismo en la USFQ.
Colabora con la Revista PlanV. La realización del reportaje fue posible gracias a una beca de investigación periodística entregada por Fundación REDNI, en convenio con el Consorcio de Comunicación por la Sostenibilidad.
Para este reportaje se abordó el caso de barrios y parroquias puntuales para acercarse a la situación de una provincia, Santa Elena. A través de recorrido in situ y testimonios de primera mano se investigó sobre la desnutrición en una de las provincias de mayor pobreza por ingresos de la Costa. La hipótesis del trabajo argumenta que la falta de acceso a agua potable influye en la nutrición. Se encontró que hay falta de acceso en las zonas rurales.
En esta investigación se entrevistó a las máximas autoridades de dos de los tres cantones de la provincia, donde se enfocó la investigación. Además, se recopiló testimonios de madres en riesgo de DCI y educadoras de Centros de Desarrollo Infantil. El reportaje obtuvo estadísticas actualizadas de diversas instituciones Estatales y locales.
El trabajo tomó 3 días para la planificación, 4 de investigación en el lugar, y 2 de redacción y edición.
Se requería una investigación periodística sobre el tema porque las parroquias y los barrios periféricos de Santa Elena son lugares de difícil acceso. El material que esta investigación entrega es inédito. A partir de este reportaje se busca conocer de primera mano la situación de la tercera provincia con mayor índice de DCI en niños de hasta 2 años.
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