Las infraestructuras energéticas pueden aplicar medidas de adaptación al cambio climático. Un estudio de Olade muestra los efectos del incremento de la temperatura en el sector.
Redacción Youtopía
Si bien América Latina y el Caribe contribuyen solo con el 8% de las emisiones globales de CO2, su sector energético es altamente sensible a los efectos del cambio climático.
Por ello es indispensable tener en cuenta la implementación de medidas de adaptación, para garantizar el suministro y prevenir daños en la infraestructura.
Así lo señala el estudio sobre el impacto del cambio climático en la infraestructura energética regional, difundido por la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).
Las conclusiones del documento subrayan la importancia de integrar la evaluación de riesgos climáticos, en el diseño y operación de las instalaciones energéticas.
El Estudio destaca la importancia de incrementar la resiliencia del sector energético de América Latina y el Caribe frente al cambio climático, mediante el análisis de los riesgos, la vulnerabilidad de la infraestructura, y la determinación de los cambios que deben implementarse en la planificación y operación de los sistemas.
Estudio de Olade, en colaboración con AECID y la Fundación Tecnalia
Los efectos del cambio climático en la infraestructura energética
Para centrales fotovoltaicas, si la temperatura sube 1ºC, por encima de un umbral de 25°C, la producción de energía disminuye en un 0,66%.
En las centrales hidroeléctricas, si el caudal disminuye un 1%, la producción de energía cae igualmente un 1%.
Para las líneas de transmisión, por sobre un umbral de 20°C, si la temperatura sube 1ºC, la energía transportada cae un 0.4%.
En el transporte de gas natural mediante gasoductos, el aumento de la temperatura puede comprometer la integridad de las tuberías. Además, reducir la capacidad de transmisión.
Para las granjas agroenergéticas (biocombustibles), los cambios en la temperatura podrían afectar la productividad de la materia prima y la producción de energía.
Medidas de adaptación para infraestructuras energéticas
Entre las medidas propuestas están el uso de tecnologías más resistentes al calor, la gestión del uso del suelo para reducir la erosión y la implementación de sistemas de predicción mejorados, para eventos climáticos extremos.
A continuación, un listado de las medidas de adaptación que se pueden implementar.
