Por Cristina Márquez
La mosca vampiro aviar (philornis downsi) pone en riesgo la la supervivencia del pequeño pájaro brujo, endémico de Galápagos.
En la parte alta de la Isla Santa Cruz apenas se registra la presencia de unas cuarenta parejas de esa especie en peligro crítico de extinción. La tasa de reproducción es muy baja debido a los nidos infectados con larvas de la mosca vampiro.
Esa especie de insecto es altamente invasiva, deposita sus huevos en los nidos o sobre las aves. Cuando estos eclosionan, las larvas se alimentan de la sangre de los pichones ocasionando, a veces, la muerte de todos los polluelos del nido.
El control de esta especie invasora, que está afectando también a los pinzones de manglar y a otras 19 aves terrestres en peligro de extinción, es un desafío para los científicos de la Fundación Charles Darwin y del Parque Nacional Galápagos.
Un programa experimental de manejo de especies invasoras que se inició en el 2018, consiste en colocar manualmente un insecticida de baja toxicidad. Como resultado, los técnicos del área protegida reportaron el avistamiento de nuevos ejemplares de pájaro brujo.
Los científicos de la Fundación Charles Darwin continúan estudiando a la mosca philornis downsi para desarrollar un método de control más eficaz.
¿Cómo llegaron las moscas vampiro a Galápagos?
Las philornis downsi son diminutas y negras, parecidas a las moscas comunes. Están catalogadas como una de las especies introducidas más invasivas debido a que se adaptan fácilmente a los diferentes pisos climáticos del archipiélago, están en las partes bajas de las Islas, en las zonas secas, y en las partes altas y húmedas.
La científica Charlotte Causton, coordinadora de proyectos de invertebrados invasores de la Fundación Charles Darwin, cree que estas moscas originarias de Brasil y Trinidad, llegaron a Galápagos de forma accidental, posiblemente atraídas por las luces de los barcos turísticos.
Se conoce que los ejemplares adultos se alimentan de frutas y néctar, mientras que sus larvas se alimentan de la sangre y los tejidos de los polluelos. Los técnicos, quienes las investigan desde el 2012, determinaron que las larvas, en su primera etapa, ingresan por las fosas nasales de las aves.
Entre el tercer y séptimo día las larvas se trasladan a la base del nido, de donde salen por las noches para alimentarse de la sangre de los pichones. Después se transforman en pupas y emergen como adultos en el día 14.
Trampas e insecticidas, la primera opción contra las moscas
Los técnicos de la Fundación Charles Darwin y del Parque Nacional Galápagos pasan varias horas identificando los nidos de las aves terrestres, para colocar manualmente un insecticida de baja toxicidad.
Este líquido fue formulado para impedir la eclosión de los huevos y eliminar las larvas, causando un mínimo impacto ambiental. Los técnicos deben colocarlo con precisión en los nidos para no afectar a los pequeños huevos de las aves y a sus pichones.
Otra estrategia para reducir la población de moscas es la colocación de trampas con señuelos. Las trampas tienen la forma de un nido y cuando los huevos eclosionan, las larvas se quedan atrapadas.
«Con el fin de reducir el impacto de la mosca vampiro, la Fundación Charles Darwin y la Dirección del Parque Nacional Galápagos están coordinando un grupo de trabajo multinstitucional que está investigando la biología y ecología de esta mosca poco conocida. Al mismo tiempo se realizan investigaciones para encontrar métodos de control eficaces y respetuosos con el medio ambiente», afirma Causton.
Uno de los métodos que se prueba en el laboratorio es la técnica del insecto estéril, la misma que usó el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), para prevenir el contagio de enfermedades por la picadura del mosquito aeedes aegypti.
Una dificultad que ha impedido aplicar esta técnica es que no han logrado criar masivamente a las moscas de la especie downsi en el laboratorio, por lo que siguen investigado su ciclo reproductivo.
La técnica del insecto estéril se prueba por primera vez en Galápagos para prevenir enfermedades
100 000 mosquitos estériles de la especie aeedes aegypti, que afecta específicamente a los seres humanos, fueron liberados en la Isla de Santa Cruz, en la localidad de Bellavista.
Ese es un proyecto piloto del Ministerio de Salud Pública (MSP), para prevenir el contagio de enfermedades como el zyka, el dengue y el chikungunya. Los mosquitos fueron criados en los laboratorios del Inspi y es el resultado de una investigación de más de dos años.
La técnica del insecto estéril consiste en reproducir, criar y esterilizar mosquitos machos en el laboratorio. Al liberarlos, los mosquitos se aparean con las hembras silvestres evitando así que estas se apareen con machos fértiles.
Esta técnica es respetuosa con el medio ambiente, no causa ninguna contaminación y en el caso específico de Galápagos, no causará ninguna afectación a las especies de animales endémicos, debido a que las moscas aeedes aegypti se alimentan únicamente de la sangre humana, por lo que sólo se registra su presencia en las áreas pobladas del archipiélago.
«La técnica de insecto estéril, usando la radiación, tiene una larga trayectoria de erradicar o controlar insectos plagas en el mundo y se espera que se verá el mismo éxito en Galápagos con aedes aegypti. Es uno de los métodos de control de insectos plagas más respetuosos con el medio ambiente y se puede usar a gran escala», dice Causton.
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