El desarrollo de la bioeconomía trae oportunidades al país en seis dimensiones. Así se refleja en el Libro Blanco de la Bioeconomía Sustentable del Ecuador.
Redacción Youtopía
El desarrollo de la bioeconomía en el país trae oportunidades desde la óptica de seis dimensiones: productiva, tecnológica, económica, legal, política y ambiental.
Así se desprende del Libro Blanco de la Bioeconomía Sustentable de Ecuador. Esta publicación recoge los retos oportunidades y barreras que se desprenden de este enfoque económico.
La bioeconomía establece mecanismos compatibles entre la protección de la biodiversidad con el desarrollo económico, desde una perspectiva sostenible.
“Esta es una solución prometedora, no solamente para Ecuador sino para todos los países megadiversos del mundo”, señaló Priscille De Coninck, representante de AFD en Ecuador.
“Históricamente, la economía ecuatoriana se ha sustentado en el uso y comercialización de los recursos de la diversidad biológica, por lo que creemos que el crecimiento del país dependerá, en buena medida, de la capacidad de identificar y adoptar nuevas formas de participación en las cadenas de valor, a través de una gestión de recursos más sensata».
Sonsoles García, ministra de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca
Las oportunidades en la dimensión productiva
Al ser Ecuador un país megadiverso, con el 61,58% del territorio cubierto por bosques, hay infinidad de posibilidades de desarrollar procesos, productos y servicios.
Además, es una nación multicultural, y cuenta con nacionalidades con experiencia en modelos, productos y servicios de la bioeconomía.
En la actualidad, hay una tendencia de mercado y consumo mundial de productos naturales, sostenibles y neutros en carbono. Sobre todo en Europa, China y Estados Unidos,
La bioeconomía puede generar ingresos y beneficios complementarios, como servicios ecosistémicos, turismo, circularidad de recursos.
El país puede atraer financiamiento internacional y cooperación técnica, para áreas de gestión del cambio climático y lucha contra la pérdida de biodiversidad.
En ese contexto, el desarrollo de la bioeconomía es compatible con los compromisos internacionales sobre cambio climático y biodiversidad.
Las oportunidades en la dimensión tecnológica
La bioeconomía puede ser fuente de industrias con distinto grado de avance científico y tecnológico, desde aquellas que producen ingredientes naturales.
También puede contribuir al desarrollo de industrias como el turismo, que requiere el desarrollo adecuado de las tecnologías de la información y comunicación.
Además, hay espacio en industrias que requieran un desarrollo avanzado en la biotecnología para la investigación y aplicación de los recursos biológicos y genéticos del país. Especialmente en las industrias alimenticia, de bienestar, cosmética, nutracéutica y farmacéutica.
La bioeconomía ofrece oportunidades de intercambio y cooperación tecnológica, con comunidades internacionales y organismos de apoyo. Por ejemplo, Biotrade, Usaid, AFD, GIZ, entre otras.
Las oportunidades en la dimensión económica
La bioeconomía involucra la utilización de recursos, procesos y principios biológicos, para proporcionar bienes y servicios a todos los sectores económicos.
Además, faculta la aplicación de una política pública que instrumentalice herramientas para volver atractivas las inversiones en campos como la nutracéutica, farmacéutica, generación de energía.
La bioeconomía puede contribuir a la transición ecológica, hacia una economía posextractiva.
Las oportunidades en la dimensión legal
La bioeconomía demanda establecer un marco de gobernanza. En ese contexto es posible promover normas institucionales vinculadas a la investigación.
Además, se puede contemplar al manejo sostenible de la biodiversidad, conservación, producción sostenible, fomento productivo, conocimientos y saberes ancestrales, entre otros ámbitos.
Hay un entorno de coyuntura internacional, orientada a nuevos acuerdos relacionados con la biodiversidad, cambio climático, metas internacionales, etc.
Asimismo, el marco de la planificación nacional abre espacios para integrar esta temática de forma transversal.
Las oportunidades en la dimensión política
La bioeconomía es una estrategia de largo plazo, en la medida en que involucra la modificación de patrones de producción y consumo, sustentados en la utilización de combustibles fósiles.
En ese sentido, debe ser entendida como una Política de Estado, cuya ejecución esté respaldada por un flujo presupuestario suficiente y oportuno.
Además, el Ejecutivo, en el 2021, mediante Decreto No. 059 declaró prioridad nacional el desarrollo sostenible y la protección de la naturaleza y los ecosistemas.
Ecuador también dispone de la Estrategia Nacional de Biodiversidad; del Plan de Uso, Aprovechamiento y Procesamiento Sostenible de la Biodiversidad y del Libro Blanco de la Economía Circular, que son políticas complementarias para la bioeconomía.
Las oportunidades en la dimensión ambiental
El Maate necesita con urgencia actualizar el Plan Estratégico del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, en la perspectiva de incluir y diseñar las potentes relaciones entre el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad y la bioeconomía.
Se persigue también el establecimiento de un sistema de monitoreo de la sostenibilidad de la bioeconomía.
Las áreas protegidas constituyen un espacio potencial para el turismo sostenible, como uno de los sectores clave que integra la bioeconomía.