Redacción Youtopía
Uno de los grandes desafíos que tiene la implementación de la Ley Orgánica para la Racionalización, Reutilización y Reducción de Plásticos de Un Solo Uso es su control.
Este cuerpo legal acaba de cumplir tres años. El 21 de diciembre del 2020 se publicó la Ley en el Registro Oficial Nro. 354, con el propósito de contribuir al cuidado de la salud y el ambiente.
En lo principal, la Ley establece la reducción progresiva del plástico de un solo uso. Y para ello se fijaron plazos de aplicación, que en la práctica es difícil verificar su cumplimiento.
Es común ver en locales y negocios como se entregan botellas plásticas, fundas, sorbetes, cubiertos, vajillas, sin el debido control que garantice el cumplimiento de la normativa.
Por ejemplo, la Ley dispuso, a partir de su publicación, que en un lapso de 12 meses se prohibía la comercialización y uso de bolsas y envases de plástico de un solo uso, para bebidas y alimentos de consumo humano en islas e islotes, playas, riveras de ríos, lagos…
A pesar de ello, es común encontrar este tipo de productos en esos lugares.
Un componente mínimo de plástico reciclado
El artículo 11 de la Ley aborda la progresividad para la reducción de los plásticos considerados de un solo uso.
El primer plazo, de 18 meses, se cumplió a mediados de 2022, mientras el segundo plazo se estableció para el 21 de diciembre de 2023.
Para esa fecha, las embotelladoras deberían haber incorporado a sus envases al menos el 15% de plástico reciclado (denominado R-PET) en las botellas PET, que usualmente son empleadas para el envasado de alimentos, bebidas, productos de limpieza y productos cosméticos.
Es decir, cada envase PET que se coloque en el mercado ecuatoriano debe contener siquiera el 15% de material reciclado.
¿La industria está cumpliendo esta disposición? Javier Diaz, director de Desarrollo de Nuevos Negocios y Asuntos Corporativos en Enkador S.A., tiene dudas sobre tal cumplimiento.
“Más allá del control, este es un tema de responsabilidad de los productores, que deben cumplir la ley. No se han puesto con claridad las reglas del control, entre los diferentes actores, y tampoco han hecho mucho por cumplir su obligación de controlar”, señala Javier Diaz.
En ese ámbito están los municipios con sus agencias de control, el Ministerio del Ambiente. También está el Ministerio de la Producción y el Servicio de Rentas Internas (SRI); y cada uno de ellos debería interactuar, pero eso no sucede y tampoco está regulado.
El reciclaje del PET en Ecuador
De acuerdo con estimaciones de la empresa Enkador, en 2022 en el país se puso en el mercado alrededor de 80 mil toneladas de productos/envases elaborados con PET. De ese volumen, aproximadamente el 50% se recuperó.
PET son las siglas de Polietileno Tereftalato. Es un tipo de plástico de uso común para la elaboración de envases y botellas de productos de consumo humano o productos de limpieza.
El PET es un producto 100% reciclable que, tras ser sometido a procesos de limpieza y purificación, se convierte en la materia prima R-PET (el producto reciclado).
Carolina Saá, directora del Laboratorio de Reciclaje, señala que una tarea fundamental es promover mejores hábitos en el consumidor y en esa perspectiva, la educación ambiental es prioritaria. En este laboratorio se han recolectado más de 90 toneladas de residuos y unos 300 litros de aceite de cocina.
Educomunicación ambiental, un aspecto vital para cumplir la Ley
La recuperación de residuos en general es un tema que compete a todos. Para ello Enkador y el Laboratorio de Reciclaje impulsan una iniciativa que promueve la educación ambiental.
Hay actividades básicas, dice Carolina Saá, como -por ejemplo- cuando los profesores envían a los alumnos a pesar los residuos que se generan en casa, durante una semana, como una tarea de clase.
A eso se añaden otras actividades para los estudiantes, como enseñar a reciclar en clase; además, desarrollar un punto de reciclaje en casa; y luego, volver a pesar nuevamente los residuos y así verificar que haya una reducción.
"Quienes habitamos el planeta somos los que tenemos que cambiar nuestras tendencias de consumo, para que al mismo tiempo los productores cambien sus tendencias de producción y en función de eso empecemos realmente a darle circularidad a todo", menciona Javier Diaz.