Por Gabriela Castellanos
Los intermediarios han sido desde siempre el gran talón de Aquiles de la agricultura, lo que ha mantenido una brecha de desigualdad enorme en las zonas agrícolas del país y el mundo.
De hecho, esta es una de las principales razones por las que los productores abandonan el campo y migran a las ciudades.
Las otras tienen que ver con la falta de financiamiento y la falta de asesoría técnica para mejorar sus cultivos; sin embargo, no se había encontrado una forma de llevar las soluciones directamente al campo.
Un estudio de Agrivi, una agencia para la investigación y gestión agrícola, reveló que el 94% de los productores en países en vías de desarrollo utiliza teléfonos inteligentes.
Esta información fue clave para entender cómo hacer más accesibles estas soluciones para los campesinos.
“La tecnología es una herramienta fundamental para el desarrollo de la agroindustria y emprendimientos rurales”, explica Carolina Turín, gerente de posicionamiento para Hispanoamérica de Telefónica.
El uso de los dispositivos móviles y las redes de conectividad son clave para el desarrollo, dice Turín.
‘Ganar dinero con la agricultura’
Un ejemplo es la aplicación Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI). El proyecto nació a raíz de las protestas de octubre del 2019 e inició durante los primeros meses del 2020.
A pesar de la pandemia, los resultados de este programa han sido esperanzadores, según Ana María Molina, directora del programa.
Un grupo de empresarios se reunió para buscar alternativas que puedan beneficiar a los productores conectándolos directamente con los comerciantes para eliminar los intermediarios y aumentar sus ingresos.
Ese eje ha permitido que más de 12 productores estén comercializando directamente en cadenas de supermercados a nivel nacional. De ellos, 10 productores vendieron alrededor de USD 400 mil en tres meses durante el 2021.
Formación en agronegocios
El segundo objetivo de la plataforma es formar a los productores en distintas ramas para contribuir con su crecimiento. En la página web https://sepuede.org.ec los agroemprendedores pueden acceder a 13 módulos de agronegocios y 5 sobre el ABC de la construcción.
La acogida del programa ha superado expectativas. Hay más de 2250 personas que ya han completado 10 o más módulos en todas las provincias del país. Ellos se registran en la plataforma directamente o a través de convocatorias del programa.
Además, la iniciativa entregó ya 70 becas a productores o hijos de productores y 57 de ellos completaron exitosamente diplomados en agronegocios en un programa en alianza con la Universidad de las Américas.
“Los seleccionados fueron personas que ya tenían título de tercer nivel, en su mayoría hijos de los productores porque una de nuestras metas también es incorporar a las nuevas generaciones para que no se abandone el trabajo en el campo”, aclara la directora de Se Puede.
La plataforma digital educativa es solo el inicio de lo que se puede lograr y los beneficios que pueden tener los agricultores con el uso de la tecnología.
Otro ejemplo de África es el de EZ-Farm, que promueve IBM y que se desplegó originalmente en Kenia. Con esta aplicación los productores pueden analizar la humedad de las tierras y el rendimiento de los sistemas de riego para evitar pérdidas.
Este tipo de soluciones ya está en el panorama para el Ecuador, dice Turín. Al momento se están trabajando en soluciones digitales basadas en big data e Internet de las Cosas (IOC) para proveer a los agricultores de más herramientas.
Visión a futuro
La iniciativa Se Puede tenía previsto durar, en una primera etapa, cuatro años. Y a la mitad del camino uno de los principales desafíos que tiene ahora el programa es masificar su impacto para lograr que más productores tengan cosechas de calidad superior.
Pero al mismo tiempo se trata de mejorar las prácticas y con ello la calidad de vida del campo. Por eso se busca que los productores tengan buenas prácticas no solo para generar alimentos sanos y reducir la exposición a productos químicos, sino también en lo social.
Esto implica asegurar que no haya mano de obra infantil involucrada, que los niños en edad escolar estén asistiendo a la escuela, y quienes no estén en edad escolar tengan sus vacunas completas. Por otro lado, se busca visibilizar a la mujer campesina y darle las mismas herramientas para su desarrollo.
Hacia el mercado internacional
Otro de los objetivos es calificar a más productores para la exportación y encontrar un mercado para ellos. Uno de los retos es el volumen, por lo que las alianzas estratégicas son necesarias.
Un ejemplo es el de Jugo Fácil, que está comercializando pulpa de fruta congelada y que ya recibió su calificación de la FDA en Estados Unidos para su importación. Su meta ahora es encontrar un nicho de mercado en las comunidades latinas que conozcan el valor del jugo de fruta natural.
Otro caso es el de productores de galletas de yuca. Este snack saludable libre de gluten podrá venderse en supermercados en Alemania gracias a una alianza con un importador. La ventaja de este tipo de productos es su calidad y su historial de comercio justo.
Para lograr estos objetivos la empresa privada es uno de los principales aliados. Telefónica se unió a este programa para ayudar a que los agricultores accedan a la plataforma de forma gratuita.
El programa de la se aplica en 4 provincias de la Sierra Centro y en las 6 provincias de la Amazonía, según Carolina Turín, gerente de posicionamiento público para Hispanoamérica de Telefónica.
Otro de los proyectos que se llevan a cabo es un sistema de Speed Mentoring, en el que se realizarán asesorías rápidas a emprendedores que estén en niveles similares para potenciar su crecimiento con expertos en diferentes ramas.