Por Isabel Alarcón
Las olas de calor, inundaciones y aumento del nivel del mar son algunos de los eventos climáticos extremos que cada vez son más fuertes y frecuentes en regiones vulnerables como América Latina. Por eso, la creación de un fondo para pérdidas y daños fue uno de los anuncios más importantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27).
Esta es la primera vez en la historia que se incluye este tema en agenda y, tras dos semanas de negociaciones en Egipto, finalmente se llegó a un acuerdo.
El término pérdidas y daños o ‘loss and damage’ hace referencia a los impactos que ya ha causado el cambio climático. La medida es vital para Ecuador y los países de la región, que no son los principales contaminantes, pero son los más afectados por estos eventos extremos.
El anunció llegó pasada la medianoche, durante el plenario, del último día de la COP27. La cita se realizó del 6 al 20 de noviembre del 2022, en Sharm El Sheij, Egipto.
El texto final establece la creación de un fondo para financiar estas pérdidas y daños, pero su funcionamiento aún se desconoce.
Para Tarsicio Granizo, director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Ecuador, el funcionamiento de este fondo dependerá de los países desarrollados y su voluntad política en estos temas “es muy limitada”.
Los gobiernos acordaron la creación de un “comité de transición”, que se encargará de las recomendaciones para el establecimiento de este fondo. Este grupo estará formado por representantes de 10 países desarrollados y 13 en vías de desarrollo.
El comité deberá reunirse antes del 31 de marzo del 2023 y presentar una hoja de ruta en la COP28, que se llevará a cabo en diciembre del próximo año, en Emiratos Árabes Unidos.
Una de las propuestas de la Unión Europea (UE) es que a este financiamiento también aporte China, aunque es considerado un país en desarrollo.
Acuerdos insuficientes en mitigación y adaptación
A pesar de la creación de este fondo, la COP27 ha recibido críticas por no acordar una acción más ambiciosa respecto a la reducción de emisiones y al uso de combustibles fósiles.
Para António Guterres, secretario General de la ONU, el financiamiento para pérdidas y daños es esencial, pero no es la respuesta. “El mundo sigue necesitando un gran salto en la ambición climática”, escribió en su cuenta de Twitter.
Durante la COP27 se ratificó la necesidad de evitar que la temperatura aumente en 1,5 C hasta finales de siglo. Hasta el momento se ha registrado un aumento de 1,1 C. Por otro lado, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) revela que con los compromisos actuales se alcanzarán los 2,5 C hasta 2100.
Para Granizo, esta COP27 fue solo un seguimiento de la COP26, ya que no hubo avances significativos. Aún es una deuda pendiente el compromiso de los países desarrollados de entregar USD 100 000 millones al año, para ayudar a los que están en vías de desarrollo a cumplir sus metas climáticas.
Además de las negociaciones en torno al cambio climático, Granizo resalta otros eventos como la declaración del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la presencia del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El colombiano presentó un decálogo para enfrentar la crisis climática, mientras que Lula participó en los eventos paralelos y expresó su compromiso con la conservación de la Amazonía. Incluso, propuso que la COP30 se realice en su país.
Por otro lado, los pueblos indígenas de la Amazonía presentaron una propuesta para tener un mecanismo de financiamiento directo. Actualmente, solo el 1% de los recursos destinados al cambio climático llega a las comunidades.
Ecuador firmó acuerdos sobre deforestación
Ecuador resaltó en la COP26 del año pasado con el anuncio de la creación de una nueva reserva marina en Galápagos. En esta ocasión se enfocó en temas vinculados a la deforestación.
Según el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), la firma de un memorando con la coalición LEAF permite activar mecanismos de financiamiento contra la deforestación. Este se concretará con la firma de un Acuerdo de Pago por Reducción de Emisiones hasta finales de abril de 2023.
Para Granizo, uno de los principales pendientes de Ecuador es la discusión sobre el modelo de desarrollo que busca el país. Esto implica descarbonizar la economía y frenar la deforestación. De acuerdo con datos de Mapbiomas Amazonía, solo en la región amazónica ecuatoriana se perdieron 623 000 hectáreas entre 2001 y 2020.
Mayor presencia de los jóvenes
En esta COP27 se llevó a cabo el primer pabellón para infancia y juventud, al igual que el primer Foro del Clima dirigido por jóvenes. Estas fueron algunas de las acciones que se implementaron para promover el involucramiento de este sector de la población.
Alejando Luque considera que la participación de los jóvenes fue más fuerte este año. Este ecuatoriano de 19 años asistió a este evento como Punto Focal para Latinoamérica de la organización Earth Uprising International.
Luque ha seguido de cerca estas negociaciones climáticas durante los últimos tres años y esta vez viajó a Egipto para fomentar la participación de otros de su edad en la toma de decisiones.
Aunque hubo avances en este tema, la promoción de la educación ambiental o climática como mecanismo de mitigación y adaptación en las COPs es un reto pendiente para Luque. También espera que la organización de estos eventos y la coordinación con las autoridades ecuatorianas mejore para futuras ocasiones.
