Redacción Youtopía
El camino que recorrió un milenario producto hasta llegar a lo que hoy es el Ecuador es una de las historias que se pueden conocer con mucho detalle en el Museo del Aguacate.
Este lugar se ubica en el interior de la Iglesia Nuestra Madre de los Dolores, en pleno centro de la parroquia de Puéllaro, al norte del Distrito Metropolitano de Quito.
La creación de este lugar fue promovida por Fabián Bucheli y Lucia de la Torre, de la finca Hacienda Verde, que está ubicada en la parroquia.
«Nosotros somos los responsables intelectuales de los contenidos y es una réplica del museo original de nuestra finca que fue donada a la comunidad», señala Lucía de la Torre.
En el museo, el visitante conocerá, por ejemplo, los perezosos gigantes (megaterios) y otros mamíferos inmensos del período del Pleistoceno se alimentaban de los frutos del aguacate.
La primera evidencia de consumo de este producto en el mundo se identificó a través de vestigios de semillas encontradas en cuevas de Tehuacán, en Puebla, México (8000 a.C.).
La dispersión del aguacate desde América al resto del mundo se produjo desde la conquista española, a partir del siglo XVI.
Carmen Buitrón, presidenta del proyecto turístico Mirador Torres San Pedro de Puéllaro, explica que esta es una iniciativa que la impulsan 22 emprendedores de la parroquia.
El horario de atención es durante los fines de semana y días feriados, desde las 09:00 hasta las 18:00.
Entre semana también pueden conocer más detalles de esta iniciativa en La Casa del Pan, en el local denominado Dando y Dando.
El producto que promueve una agricultura regenerativa
Lucía de la Torre de Hacienda Verde, una propiedad que está a 2000 metros de altitud y es atravesada por la línea equinoccial en Puéllaro, destaca las bondades del aguacate.
“Es una planta que se presta para desarrollar una agricultura regenerativa, y crear bosques productivos”, señala De la Torre.
La especialista menciona que la aptitud de la planta permite promover una agricultura sostenible, que además va de la mano con la soberanía alimentaria.
A partir de un mejor conocimiento de los valores nutritivos del aguacate se espera incrementar el consumo per cápita del producto. En Ecuador se consume un promedio de 1 kg, mientras que en otros países, como República Dominicana, el consumo alcanza los 54 kg.
Las formas sustentables de producción y el sabor incomparable del aguacate andino -debido al sol ecuatorial, que además permite tener fruta cuando otras latitudes no la producen- serían las ventajas y etiquetas distintivas del aguacate ecuatoriano, señala Lucía de la Torre.
Los diversos usos de la planta de aguacate
Del producto se reconoce su alto contenido de potasio, vitaminas, antioxidantes, fibras y ácidos grasos monoinsaturados que traen beneficios para la salud.
El aguacate y sus decenas de variedades son un complemento ideal de la gastronomía latinoamericana. Ecuador es un ejemplo de aquellos platos que tienen a este fruto como su producto e ingrediente estrella.
Más allá de los usos culinarios, el aguacate e indudablemente su planta se puede aprovechar de diversas maneras.
Desde la elaboración de aceites o artículos cosméticos, hasta la producción de biocombustibles son parte de los beneficios que se pueden obtener de este producto.